martes, abril 17, 2007

Guapa para el Ginecologo

Este mail lo mandó un doctor que vive en Canadá:



En una estación de radio Canadiense, dan un premio de 1000 a 5000

dólares a la persona que cuente una historia verdadera, que le hubiese

sucedido y la hubiese puesto en una situación embarazosa, de aquellas

que te dan ganas de tirarte de un décimo piso... bueno, o de un primero.

Esta fue la historia que ganó los 5000 dólares.



"Tenía consulta con el ginecólogo para esa semana, pero quedaron en

llamarme para confirmarme el día y la hora de la misma. Una mañana

temprano recibo la llamada de la telefonista del consultorio,

informándome que mi
consulta estaba registrada para ese mismo día a las

9.30 hrs.



Acababa de terminar el desayuno con mi marido y mis hijos y estaba lista

para comenzar con las tareas del día, eran precisamente las 8.45 hrs.

Entré en pánico, no tenía ni un minuto que perder.



Como todas las mujeres tenemos mucho cuidado y una particular atención

en nuestra higiene íntima, principalmente cuando vamos al ginecólogo,

pretendí asearme, pero ésta vez ni siquiera me daba tiempo para darme

una ducha. Por lo que entré al baño, me quité el camisón y agarré una

toallita limpia y doblada que estaba encima del borde de la bañera, la

mojé y la pasé con todo cuidado por mis partes "más íntimas" para así

tener la seguridad de que quedaría lo más limpia posible.



Al terminar lancé la toallita en el canasto de ropa sucia, me vestí y

volé para el consultorio. Estaba en la sala de espera y casi

inmediatamente me llamaron para hacerme el examen.



Como ya
conozco el procedimiento, me senté sin ayuda en el borde de la

camilla e intenté (como siempre hago), imaginarme muy lejos de allí, en

un lugar así como el Caribe o en cualquier otro lugar lindo, por lo

menos a 1,000 kms. de aquella camilla.



Me quedé muy sorprendida cuando el médico me dijo: "¡Ah, caray, hoy hizo

un esfuerzo extra para quedar más bonita!" No entendí el cumplido pero

no respondí y sólo me limité a sonreír y Decir "¡ah! ".



Me fui a casa tranquila y el resto del día se desenvolvió normalmente:

Limpié la casa, cociné, tuve tiempo de leer una revista, etc.



Después de la escuela, ya terminados los deberes, mi hija de 6 años

estaba lista para ir a jugar cuando me gritó desde el baño: "Mamá! Dónde

está mi toallita?Le contesté, No sé, pero toma una limpia del closet! Su

respuesta me hizo desear desaparecer de la faz de la Tierra.



El comentario del médico, martillaba en mi cabeza sin descanso ya que Lo

que mi
hija me contestó fue: "No Mamá, yo no quiero una toallita del

closet, quiero aquella estaba doblada en el borde de la bañera. Ahí

tenía mi diamantina, mis brillitos y mis estrellitas doradas y plateadas

para ¡¡jugar!!"



SONRÍE, LA VIDA ES BELLA. Y MÁS SI TIENES "AQUELLO" BIEN BRILLANTE CON

ESTRELLITAS DORADAS Y PLATEADAS




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